
La Riera Alta, un barri als quatre vents

Reemigració
OPINIÓ

PAQUI ARENAS
¡El verano está aquí! y con él sus tópicos.
Como siempre, nos coge con el paso cambiado y por sorpresa. Hace un mes que se puso en marcha con toda su fuerza. El termómetro ha batido récords en su registro y las primeras noches tórridas, que se dieron a comienzos de junio, creímos que serían sólo aquellas, unas cuantas, y que luego volverían las temperaturas más propias del mes. Cuando vivimos la segunda semana de noches infernales, ya vimos que no se iba a calmar este clima que tantos males de cabeza nos está acarreando. Las noticias eran desoladoras y el interés por el cambio climático iba superando al número de incrédulos. ¡Bienvenidos a la realidad!
EFECTOS COLATERALES
Un baño de realidad es el sudor que generamos en esas largas noches que han hecho común el vocablo “sartén “como símil al microclima que se produce en Barcelona, en esos días la segunda ciudad europea de más elevadas temperaturas. Según diversas informaciones, en la península se han registrado más de 300 muertes el pasado mes de junio y se concreta que 286 estuvieron relacionadas con el cambio climático. Las noticias del tiempo ocupan la primera plana informativa. El impacto del cambio climático en la naturaleza es catastrófico y los períodos de recuperación son más breves por lo cual en Catalunya concretamente hay una amenaza grave de sequía.
La realidad no pinta nada bien y cuando el sueño sorprende a altas horas de la madrugada, cuando ya estamos agotados y la cama empapada, la pregunta que se cuela es como se podrá parar tal magnitud climática. Con tantas horas de insomnio nos ha dado tiempo de soñar con desaparecer de la ciudad y aterrizar en otro lugar donde el calor no sofoque. Se me antoja que es lo único que se puede hacer, soñar con dejar la gran ciudad.
Mientras llegan soluciones más drásticas hay que poner remedio a tanto calor y lo que comenzó como una anécdota preparando refugios climáticos y encarando la importancia de la pobreza energética hoy ya es una constante.
Y mientras nos preparamos para pasar otro verano tórrido, las medusas siguen invadiendo nuestras playas y ya hay quien piensa como revertir tal cantidad en posible plato estrella. El cáncer de piel se ha convertido en una enfermedad crónica y para su prevención se ha desplegado toda una campaña de concienciación. Es habitual ver a niños bañándose con trajes de baño que cubren por completo su cuerpo, creados para poder jugar bajo el sol implacable. Ya no basta con la crema protectora recomendada por los dermatólogos. Las campañas iniciadas por la administración con diversos consejos para estar a salvo se intensifican y ya somos expertos en horas peligrosas de exposición, sequía extrema, golpes de calor. No obstante, siempre llueve sobre mojado y tales conocimientos, a veces, nos resbalan. ¿Será el sudor?
Mención especial merecen los temidos incendios que se van propagando en esta estación y que no solo se queman tierras y enseres sino que siempre se cobran vidas humanas y de animales. Sin ir más lejos los dos últimos acaecidos con especial virulencia en pueblos de L’Anoia, La Segarra, la Noguera i Terres de l’Ebre. La primavera tan lluviosa que hemos tenido no ha podido pararlos y de nuevo en el candelero está la gestión de bosques, montes y campos de cultivo.
El buen tiempo hace posible el trasiego de turistas de un lado y de otro se suceden sin parar y el fenómeno se potencia al máximo. La hostelería celebra el turismo que suele ser muy productivo y no se piensa en los graves problemas que acarrea en la vivienda para muchos municipios.
No todo es negativo pues el verano se asocia con vitalidad, disfrute y recarga de energía, con él llega la siega, la recolección y la vendimia, con fiestas en cada pueblo. Así mismo, la música cobra especial relevancia en esta estación. Todos recordamos alguna canción de verano o las típicas que se repiten año tras año de fácil estribillo, que suenan repetitivas en las emisoras de radio, ferias y fiestas y cómo no en los campings playeros. El verano también representa esperanza de trabajo y en contrapartida las también ansiadas vacaciones, al menos unos días de descanso. Con ellos, queda inaugurada la época de playa y piscina. Mención especial para las playas de Barcelona. Abrir la ciudad al mar ha supuesto un cambio total en el paradigma de la vida de los que la habitamos y por supuesto para los millones de turistas que pasan por la ciudad.
LA PISCINA, UN OASIS RURAL
Y por último resaltar la función tan importante cuando llega el verano que realizan las piscinas de los pequeños pueblos de las comarcas rurales de la Catalunya vaciada. He tenido el honor de conocer cinco piscinas –instalaciones tan importantes– y sus respectivos municipios, totalmente rurales, situados en las comarcas de l’Anoia y de la Segarra (Rivera Dondara, Calaf, Sant Ramon, Tarroja de Segarra, Sanahuja y Sant Antoni i Vilanova). Digo honor, aunque parezca exagerado, porque es un cierto privilegio haber podido disfrutar de la vida en estos pequeños municipios en cuyo paisaje destacan las numerosas granjas y los campos de cultivo de forraje vigilados por los numerosos molinos de viento.
En estos pequeños pueblos el agua es vida con todas sus connotaciones y se convierte en alegría y juego cuando las temperaturas aprietan. Las instalaciones impecables de las piscinas se han convertido junto con sus bares/restaurantes en centros neurálgicos de la población durante el verano, deleite de mayores y pequeños y elemento imprescindible para hacer más llevadero el verano en estas tierras donde cuesta enraizarse pero donde siempre hay personas emprendedoras que se esfuerzan por seguir adelante y por hacer más amable el entorno con su trabajo.
Una de estas personas es María, hoy conocida por su nombre real, Yi Pei Jin, la cual se hizo famosa por su simpatía y gran elocuencia en el programa “El Foraster” conducido por Quim Masferrer en TV3. Yi Pei Jin regentaba un bar restaurante en Sant Guim de Freixenet conocido por Ca la Maria, así que ella adoptó el nombre por familiaridad con el local. Hoy ella y su familia son el motor del local social y bar/restaurante y de la piscina en otra población. La piscina, situada entre campos en el camino, da vida a todo su entorno y la chiquillería se ha adueñado del espacio y entre juegos y chapoteos se merienda los bocadillos que les ofrece el joven encargado. Él sueña con trabajar y prosperar y quizá algún día tener su propio negocio de hostelería. Mientras tanto esta familia está dando lo mejor que tiene, su contribución a parar la despoblación del mundo rural y a que los veranos sean menos duros y más alegres para grandes y pequeños.